miércoles, 27 de enero de 2016
Lluvia
El cielo se torna gris y gotas de agua empiezan a caer, las nubes de tonos naranjas y rojizos que se encontraban cercanas al último suspiro de luz del sol ahora se encuentran ausentes o posiblemente están allí, pero ahora son opacas, como las demás ... Yo, por mas libros que pueda leer, por más música que pueda oír, por más películas que pueda ver, no me siento completamente satisfecho. No, no me molesta la soledad, y sinceramente no tengo problema por estar solo, más sin embargo me gustaría tener al frente a aquella silueta de rizos color castaño, con aquellas gafas redondas y un tanto cómicas que ocultan sus bellas ojeras. Me gustaría tener sus manos, para enlazarlas con las mías fuertemente y susurrarle al oído que permanezca conmigo por lo menos hasta que la tempestad se haya ido, le mentiría diciendo que los truenos me asustan y que por favor me cuente como fue su infancia, si tuvo algún amigo imaginario, sobre la primera vez que sus rodillas se rasparon, quién se encargó de sacarle sus dientes de leche, el nombre de su primer gato y cuanto se deprimió tras su muerte... Me gustaría pasar las yemas de mis dedos por aquellas pecas que se encuentran en su delineada espalda y que esta sea mi lienzo para aprender a dibujar. Me gustaría sentir el tranquilo latido de su corazón y preguntarle cómo lo logra, porque el mío quiere salirse de lo agitado que esta. Me gustaría abrazarle, abrazarle fuertemente y decirle cuanta paz me produce su cálido y delgado cuerpo, sin embargo, estoy acá, completamente solo, desconcentrado, deseando cosas completamente lejanas a llegar a ocurrirme...
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