No estoy muy claro del tiempo que ha pasado desde que no estás, 20 días, 5 meses, 1 año... Hace mucho no tomo un calendario, y la noción de los días se fue contigo, como muchas cosas más. La última vez que tuve claro que día era, fue el último día al que asistí a la universidad, mi madre estaba tan furiosa y preocupada porque estaba dejando los estudios, ella siempre sintió odio hacía ti, sabía que después de todo no me hacías mucho bien... Desde entonces todos los días para mí son domingos, unos más largos que otros. Estoy perdido, en mi mano izquierda veo el bolígrafo que deja rastro de palabras, tinta aparentemente malgastada. Tengo flashbacks de mi hace una hora inyectando heroína a mi organismo, si llegaras a leer está carta y a enterarte de esto, posiblemente me insultarías, también recibiría golpes descoordinados de tu parte. Todo el tiempo pienso en nosotros, en ti, tu recuerdo es mi mayor demonio, y dudo salir de este infierno, y cómo hacerlo, si tu y tus besos eran lo único que hacía sentirme en casa, ellos ya no están, lamento tanto faltarte de esta forma, aún siendo tu quién me dejó. No entiendo como puedo ser tan dependiente de un fantasma, toda esta euforia, ¡oh dios!, si tan sólo existiera uno... El latido de mi corazón está tan débil, y todo está tan cálido, aún estando a 15° de temperatura. ¿Recuerdas nuestra primera fotografía?, ese día dijiste que me querías por primera vez, estaba tan asustado, pero tan feliz. No sé y nunca sabré cuanto me quisiste y sin embargo siempre me lo pregunto, porque yo aún no logro odiarte, ni siquiera por dejarme...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario